miércoles, 17 de diciembre de 2014

¿Qué será de nosotros?




-Gian, ¿Seremos algún día escritores reconocidos?

-No lo sé, Deme. Todo depende de las letras... Ya ni de nosotros.

-Pienso/sé que intentarlo vale la pena, alguno de nosotros se quedara en el camino, pero viviré/mos en los que no, o eso espero.

-Igual yo...

-De verdad lo deseo, pero deseo tantas cosas... Tantas pequeñas partes en las que se divide mi Esperanza, a lo mejor y alcanza, pero más vale que no a todas.

-Por ahí dicen que la esperanza es lo último que muere... dicen. Y hay que tenerlo bien presente en este oficio.

-¿Y de qué sirve? Si antes muero yo...

-Dejar un legado. No ser olvidado.

-Eso se cree, mas nadie lo sabe.

-¿Pero y sí? La escritura es como el amor. Sublime, raro, pocos lo saben domar, pocos saben dejar su vida en las letras. Pocos se arriesgan, mejor dicho.

-No siempre resulta bien, muchas veces mueren, o peor, se olvidan.

-Pero renacen... Como el amor mismo.

-Tras de ellos, que incomprendidos momentáneamente se desgastan en páginas, hojas que nunca ven la luz del día, pero renacen, suerte se necesita para no ser prematuro y morir.

-Lindas palabras.

-Es un oficio peligroso, pero la grandeza consiste en arriesgarse, y muchos lo hacen, y más lo intentan, mas como los sueños, aun estando en la cima se despierta, y cae, y se entierra.

-Tienes tu respuesta.

-Yo la amo ¿Sabes?

-¿La literatura?, ¿Eli?

-Ambas son tan idénticas. Te engalan, te drogan y seducen, mas nunca te pertenecen, pues cuanto más las retienes más se quieren ir, mas anhelan desconocidamente la libertad.

-Ay, las musas... El escritor nunca debe de quedarse con una sola musa. Debe de cambiarlas. Su musa es su escritura. Es su literatura.

-¿Pero qué haces cuando la necesitas? ¿Qué haces cuando es tan vital la necesidad de su presencia? ¿Qué haces cuando tan tuya se ha vuelto que al marcharse te mata a ti a través de la obra que le has levantado? ¿Y cuándo le sucede lo mismo? ¿Y cuándo es inevitable?

-¿Probar con las ferias emocionales? Digo, te relajan la angustia del amor constante.

-No la conoces, todo es feria, ¡Orgia emocional con ella!

-¿Ella es tu amor platónico en el sentido estricto de la palabra?

-¿Qué se yo más que escribir?...



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