jueves, 7 de agosto de 2014

Divagando sobre... Radio.




En el libro El cálculo de Dios Robert J. Sawyer desarrolla una teoría  a partir de la cual se plantea que una civilización, sea cual sea, terrestre o alienígena, tras abandonar las comunicaciones vía radiofrecuencia llega a un estadio tecnológico-social tan avanzado que no requiere del cuerpo físico para desarrollarse, por lo que transfieren la conciencia de su especie a memorias digitales, tal es el caso que durante el resto de la novela son desenvueltas varias suposiciones respecto a esta transición entre el ente biológico y el electrónico.

En uno de sus múltiples videos en Youtube, Michio Kaku, eminente teólogo de la teoría de las cuerdas, echa una perorata de quince minutos sobre el futuro del ser humano, habla acerca de los viajes espaciales, el cambio climático, la superpoblación y demás cosas que solo a los científicos les interesa, yo, como buen perdedor de tiempo que soy terminé en una noche con poco menos de un tercio de los videos en su canal, incluyendo ese. Durante los primeros diez minutos no parecía contener nada más interesante que comprar una revista de los ecologistas radicales hasta que narró un muy reciente planteamiento acerca de la probable evolución de la raza en un futuro; supuestamente la historia de la civilización se divide en cuatro etapas, la primera es la más primitiva, donde las regiones terrestres están divididas y cada una tiene un gobierno propio, has varias culturas y religiones diferentes que contantemente entran en pugna, etc.; la segunda es cuando existe un gobierno mundial, se caracteriza por el total aprovechamiento de la energía terrestre; después viene la etapa solar, donde se utiliza toda la energía del Sol y la especia se ha expandido por su sistema solar; las características del estadio final es almacenar la energía total de la galaxia, aparte de habitar más de un sistema solar. Como se habrán percatado nuestra sociedad no cumple con los requisitos para pasar de ser seres socialmente primitivos, no obstante Michio apunta a un detalle fundamental dentro de esta teoría, sabremos que estamos preparados para pasar de la primera a la segunda etapa en el momento en que el Radio deje de ser útil.
                                            
Durante la Segunda Guerra Mundial los sistemas de comunicación por radiofrecuencia fueron vitales para el desempeño de ambos bandos, sin embargo su debilidad recaía en la facilidad de su intercepción, para proteger las órdenes militares de los espías rivales se crearon máquinas encriptadoras como Púrpura, Enigma y muchas otras. Los japoneses crearon un cuerpo especial de soldados que antes de la guerra habían estudiado en E.E.U.U. y conocían a la perfección el idioma inglés, con todo y los modismos tan usuales en ese tiempo, gracias a esto podían descifrar el movimiento de las tropas en el Océano Pacífico e incluso ordenar a los gringos el ataque contra posiciones ocupadas por ellos mismos. No obstante los estadounidenses no tardarían mucho en darse cuenta de que sus comunicaciones habían sido infiltradas, pero ¿Cómo solucionarlo? La solución sigue siendo, hasta nuestros días, sorprendente; utilizaron indios Navajo para que, en su idioma, se reestablecieran sus operaciones con los aliados.

A partir de 1977 fueron lanzadas al espacio exterior una serie de sondas espaciales denominadas Voyager cuyo objetivo es aportar información relacionada con los planetas exteriores de nuestro sistema solar vía ondas de radio. Junto con toda la multitud de aparatos diseñados para esa labor se agregó un disco de oro el cual tenía grabada en la superficie la ubicación de nuestro sistema solar, aparte de saludos en más de cincuenta y cinco idiomas, sonidos de nuestro planeta, muestras de nuestra civilización, una cápsula del tiempo y ¿Por qué no? Nuestra inmortalidad. La misma sonda emite radiofrecuencias al espacio exterior con la esperanza de ser encontrados algún día.
El último sonido almacenado en tales sondas es un saludo en Esperanto que reza así: “Nos esforzamos por vivir en paz con todos los pueblos del mundo, del cosmos”, junto con los latidos de un corazón.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario